TMB ® TERAPIA MANUAL & BIOMAGNETICA
La columna vertebral es un sistema en sí mismo, que desde el punto de vista mecánico, cumple al menos dos funciones fundamentales, la de permitir una gran flexibilidad en los movimientos del cuerpo en general y la de disponer de una solidez y resistencia suficientes para soportar el peso de la cabeza. Por ley de gravedad, dicho peso puede con el paso del tiempo, ir aplastando los pequeños anillos fibrosos que separan los huesos que la componen. Compuesta por 34 huesos que la sujetan mediante potentes ligamentos, fascias y músculos, el raquis vertebral normal tiene una longitud que oscila entre los 65 y 75 centímetros, en un adulto.
En su parte posterior, cuenta con un canal formado por una serie de agujeros interconectados por el que pasan los grandes nervios, que enlazan el cerebro con el resto del cuerpo -la médula espinal-, nervios que a su vez van distribuyéndose a lo largo del tronco por los llamados agujeros de conjunción y que son los que transmiten las órdenes de movimiento y recogen los datos de sensibilidad -incluyendo el dolor- del tronco y de las extremidades.
Los huesos de la columna están unidos y a la vez separados por unas almohadillas o discos intervertebrales, compuestos por tejido cartilaginoso cuya función es facilitar los movimientos y prevenir el desgaste de la superficie articular. Como conjunto dinámico, el raquis vertebral está compuesto por un soporte fuerte y estructurado, sujeto por elementos pasivos -los ligamentos- y activos -los músculos de la espalda y los de la columna- que protegen la delicada estructura de la médula nerviosa.
Es posible perder la armonía de la columna – debido a una alteración congénita, una enfermedad, un golpe o una mala postura. Dadas las características del raquis vertebral - eje estático - dinámico del cuerpo y estructura protectora de la médula espinal, el dolor que se siente en un punto de la espalda puede generarse en el mismo lugar así como en cualquier otro punto del cuerpo y reflejarse en la espalda dado que las raíces nerviosas recogen la sensibilidad de todo el tronco – incluyendo las vísceras - y de las extremidades.
La Terapia Biomagnética -el uso de imanes - es en la actualidad, un tratamiento de rutina para ayudar a vencer el dolor de la artrosis, así como para acelerar la reparación de un hueso roto. La aplicación de imanes sobre un punto doloroso produce un aumento del flujo de sangre a la zona y la consiguiente relajación muscular, que alivia tanto el dolor originado en la misma así como el transmitido a través de las raíces medulares. Los imanes de campo estático tienen un efecto activador sobre el tono muscular de los vasos sanguíneos y actúan como un estimulante a nivel celular - ayudan a reducir la inflamación en forma local. La aplicación de mini ventosas magnéticas - consigue un vacío relativo y vasodilatación local superficial que descomprime la zona permitiendo una liberación instantánea, previa a las maniobras terapéuticas.
El sistema de tratamientoTMB ha desarrollado técnicas que se basan, entre otros, en los siguientes postulados:
Aplicando imanes es posible mejorar la contractura y facilitar la capacidad funcional no sólo de la espalda sino de cualquier zona del cuerpo. Por intermedio de micro corrientes producidas por imanes, se actúa sobre cada músculo y se genera una reacción articular que produce una contracción que aumenta su flexibilidad.
Se aplican imanes que favorecen la puesta en tensión fisiológica de las estructuras comprometidas. El estímulo que se aplica sobre la corriente nerviosa induce una conducción que estimula las fascias musculares y consigue una reestructuración de la articulación correspondiente.
Los imanes aplicados sobre un osteofito reducen su tamaño y liberan las presiones ejercidas por las vértebras deformadas – espondiloartrosis
Se utilizan imanes para potenciar y flexibilizar la musculatura y las articulaciones afectadas. Potenciar la "faja muscular lumbar" y educar a la persona para mantener actitudes ergonómicas
Los imanes ubicados en ciertos puntos empleados en Acupuntura conducen al alivio del dolor dorsal a través de la activación de los canales energéticos del cuerpo.
Se utilizan imanes que producen relajación, son ubicados en plexos privilegiados a tal efecto, cuando se detecta una falta de tono muscular, una debilidad del tejido, una contractura o una fibrosis, que pueden estar desencadenando el dolor.
Las Técnicas de manipulación – maniobras – incluyen algunas especialidades de las escuelas de masaje oriental, las técnicas de Osteopatía, así como algunos abordajes provenientes de la Medicina tibetana, la terapia Craneo-sacral y otras.
El sistema TMB ofrece soluciones a numerosas disfunciones del sistema osteomuscular y a muchas enfermedades orgánicas clasificadas como de origen funcional, no patológico. Las hernias discales que pueden presionar las raíces nerviosas sensitivas y motoras de la médula originadas en desplazamientos vertebrales o debidas a pérdida de tensión de los ligamentos y músculos de la columna. En edades más avanzadas, la pérdida de calcio de los huesos – osteoporosis - es un factor que propicia el desgaste. La deformación de los cuerpos vertebrales facilita la aparición de los dolores crónicos - característica de las artrosis de la columna.
Las disfunciones de la columna vertebral pueden originar una falta o un exceso de llegada del estímulo a un órgano y convertirse en el origen de una patología orgánica. El sistema TMB ha desarrollado protocolos de tratamiento que combinan la aplicación de imanes con suaves maniobras que conducen a los tejidos nuevamente a su lugar.
Graciela Pérez Martínez y Daniel Tregovcic
Fundadores del Sistema TMB ®