martes, 24 de agosto de 2010

LA NUEVA TERAPIA POR IMANES AZULCAMET

La dualidad ha sido y sigue siendo la fuente del dolor humano, los pares de opuestos han sido aceptados en este mundo de ilusiones como “la verdad”. No obstante ello, la Filosofía nos enseña que podremos trascenderlos si alcanzamos una octava espiritual más alta. Los pares de opuestos siempre se unen porque los extremos están llamados a unirse, el bien y el mal, lo frío y lo cálido, el dolor y la alegría, lo blanco y lo negro. Lo uno es la presencia de la luz y lo otro es su ausencia pero siempre se trata de la Luz, es lo único medible que puede dar origen al resto, sin luz (paquetes de energía electromagnética) no hay vida. Los avances tecnológicos de la actualidad con sus animaciones 3D y las nuevas aspiraciones de quienes desean participar en la misteriosa cuarta dimensión asoman como un pálido reflejo de lo que la humanidad tiene reservado para su futuro. Los humanos se asombran ante las correspondencias que se producen en lo dimensional (micro y macro cosmos, tejido nervioso y aspecto de las galaxias), se preguntan por el poder del número, por la energía movilizadora de los mandalas (escudos nacionales, símbolos de sociedades secretas, logotipos de las empresas), por la certeza de la Geometría – todo esto genera a la vez temor y curiosidad. Pero, “nada es nuevo bajo el sol”, los mandalas son tan antiguos como la humanidad, los tenemos en todos los símbolos de las diferentes culturas; la Geometría ha sido considerada una Ciencia sagrada y explica la fortaleza milenaria de las construcciones que siguieron sus dictados. La fuerza invisible del magnetismo se une con el poder del mandala y la capacidad transformadora que encierra una clave matemática para integrar el nuevo sistema de tratamiento Azulcamet ®. Los nuevos protocolos de tratamiento Azulcamet ® se componen de un conjunto de figuras geométricas que transmutan la energía debido a la generación de numerosas corrientes bioeléctricas y al poder de las combinaciones numéricas. La corriente generada por imanes dispuestos en formación planificada por el profesional actuante, impulsa los electrolitos a través de los vasos linfáticos e imprime un movimiento de cargas que se desplazan por vía de los nervios periféricos. El potencial curativo interno, guardado en el laboratorio biológico se despierta y barre todas las impurezas que obstaculizan el buen flujo de la energía vital al mismo tiempo que renueva los tejidos desde el interior de la matriz celular. Todo ser vivo es un creador de mandalas biológicos propios, adaptados cual receta magistral a las necesidades de su bienestar en cada momento de su existencia. Las nuevas técnicas de tratamiento Azulcamet ® utilizan el poder curativo del tercer polo magnético - el punto cero del cual depende la acción del polo norte y el polo sur - sin el centro no hay polaridades. La energía del punto cero es la menor intensidad de la energía que genera la mayor potencia curativa. Aplicamos imanes formando triángulos en adecuadas combinaciones hasta completar variedad de polígonos que atraviesan el cuerpo formando corrientes bioeléctricas. Estos cuerpos geométricos dibujados por las líneas magnéticas generadas por los imanes se ocupan de la distribución correcta de las partículas electroquímicas y las distribuyen por los tejidos vivos desactivando las enfermedades. En resumen, en el nuevo Azulcamet tomamos en cuenta la Ecología interior y dejamos de luchar contra la enfermedad, nos ocupamos de poner la casa en orden para alcanzar la homeostasis y la convivencia armónica del medio interno. Graciela Pérez Martínez, Fundadora del Sistema Azulcamet ® de tratamiento por imanes, enseña técnicas para los tiempos que vivimos, instruye a los profesionales para atender los problemas de salud que surgen a causa de la pérdida de energía, el desorden molecular por contaminación ambiental y el desequilibrio de los potenciales eléctricos celulares. Como terapeutas, nuestra misión es conducir y educar al ser humano para que escuche a su cuerpo, que pierda el miedo al deterioro y comprenda que su organismo es perfecto, que la enfermedad es sólo un desorden informático y que hace falta organizar los archivos de su máquina biológica para recuperar la velocidad perdida.